
Nuestro asociado, Francisco Pinilla, abordó las implicancias que tendría eliminar el tope por años de indemnización. A su juicio, lejos de fortalecer la estabilidad laboral, esta medida podría encarecer la contratación, desincentivar relaciones de largo plazo y terminar afectando especialmente a las PYMES. “Para la gran mayoría, subir el tope no tendría efecto real en su protección, pero sí podría encarecer la contratación y desincentivar la prolongación de las relaciones de trabajo. En la práctica, esta propuesta se traduce en una penalización al empleador que mantiene trabajadores por muchos años. Paradójicamente, en vez de premiar la lealtad, podría incentivar el despido anticipado”, reflexiona en ella.
